El jefe de la ONU advierte de que la crisis humanitaria en Sudán está alcanzando «proporciones colosales»
MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha pedido este jueves ante el Consejo de Seguridad un alto el fuego durante Ramadán, el mes sagrado para los musulmanes, que comienza este domingo, entre el Ejército de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), cuyo conflicto está a un mes de cumplir un año.
«En unos días comenzará el mes sagrado de Ramadán. Desde esta cámara, hoy, hago un llamamiento. Pido a todas las partes en Sudán que honren los valores de Ramadán a través de un cese de las hostilidades. Esto debe conllevar un silencio definitivo de las armas en el país, y establecer un camino firme hacia una paz duradera para los sudaneses», ha declarado.
Guterres ha lamentado que este conflicto ha conllevado un balance de víctimas «devastador», poniendo «en peligro la unidad del país» y creando un «serio riesgo» de que «avive la inestabilidad regional a proporciones dramáticas, desde el Sahel al Cuerno de África y al mar Rojo».
Mientras que ha indicado que este «baño de sangre» ha obligado a suspender operaciones humanitarias críticas, ha mostrado su alarma respecto a los llamamientos de movilización popular y de armas a los civiles. «Todos estos desarrollos peligrosos están echando leña al fuego de cara a una mayor fragmentación del país, profundizando las tensiones intra e inter comunales, y la violencia étnica», ha advertido.
«Es momento de levantar las armas. La crisis humanitaria en Sudán está alcanzando proporciones colosales», ha avisado. Las estimaciones de víctimas mortales se cifran en 14.000, si bien «estos números son mucho mayores». La mitad de la población (25 millones de personas) necesitan ayuda humanitaria y Sudán alberga ahora la mayor crisis de desplazados internos del mundo, con 6,3 millones de personas buscando seguridad desde el inicio del conflicto.
Además, 1,7 millones de personas han huido a países vecinos, en un contexto en el que el conflicto ha destruido la infraestructura civil y paralizado los servicios básicos. «Millones de niños no están yendo a las escuelas. Los sistemas de agua y saneamiento están colapsando. Las enfermedades se están multiplicando. El hambre acecha en Sudán», ha hecho hincapié.
«Unos 18 millones de personas sufren inseguridad alimentaria aguda. Se trata de la cifra más alta jamás registrada durante una temporada de cosechas, aunque se espera que aumente aún más en los próximos meses. Ya estamos recibiendo noticias de niños que mueren de desnutrición», ha afirmado, antes de denunciar que las organizaciones humanitarias presentes se enfrentan a «grandes retos» al intentar llegar a millones de personas necesitadas.
SUDÁN PIDE UN MECANISMO PARA LA IMPLEMENTACIÓN DEL ALTO EL FUEGO
Por su parte, el representante de Sudán, Hamid Hassan, ha elogiado el llamamiento de Guterres a un alto el fuego durante el Ramadán, pero ha advertido de que esta medida tiene dificultades de implementarse por los ataques contra civiles de las RSF. «Todos aquellos que deseen ver ese llamamiento transformado en acción son bienvenidos si desean presentar un mecanismo para su implementación», ha declarado.
Así, ha aprovechado la ocasión para defender las acciones del Gobierno de transición sudanés en el contexto del conflicto, afirmando que ha creado un comité de alto nivel que supervisa las respuestas de ayuda, ha trabajado para facilitar la entrada de trabajadores humanitarios y ha comprado alimentos básicos.
La guerra entre el Ejército sudanés y las RSF estalló en abril de 2023 a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta en 2019 tras el derrocamiento de Omar al Bashir. El conflicto ha dejado más de seis millones de desplazados internos –que se suman a los cerca de tres millones de desplazados previos– y ha empujado a más de 1,7 millones de personas a cruzar hacia países vecinos.
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