MADRID, 04 (SERVIMEDIA)
El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, advierte de que, “entre un verdugo y una víctima, entre el asesino y el asesinado, no debe haber una relación de concordia, debe haber una relación de justicia y de reparación”.
Así lo defendió en el transcurso de una entrevista publicada este sábado por Infobae y recogida por Servimedia en la que, preguntado por las intenciones de varios gobiernos autonómicos de PP y Vox de derogar las leyes de memoria democrática que condenan la dictadura franquista e impulsar ‘leyes de concordia’, en contra de las cuales se ha posicionado la ONU en las últimas horas, denunció que la ultraderecha “ha secuestrado la agenda política del Partido Popular”.
A este respecto, afeó que, en relación a la Memoria, su proyecto político “es la provocación y la humillación”. “Es un insulto no solo a las víctimas, no solo a sus familias, sino al esfuerzo que la sociedad española está haciendo para restaurar y saldar la deuda que tenía con generaciones de demócratas que fueron exterminadas, perseguidas y olvidadas”, agregó, para admitir que se trata de una “provocación dolorosa”.
“Hablan de concordia, pero entre un verdugo y una víctima, entre el asesino y el asesinado, no debe haber una relación de concordia, debe haber una relación de justicia y de reparación”, aseveró, para, a continuación, puntualizar que “buscan la provocación para convertir en una batalla cultural algo que debe ser un pilar de la democracia española”.
No obstante, se mostró convencido de que “no lo van a conseguir” porque España es “un país decente” y está integrado “en su inmensa mayoría por gente que asume como propia esa tarea de defender la democracia frente a quienes hoy la quieren volver a someter”.
MAUTHAUSEN
La entrevista se publicó horas antes de su participación, este domingo, en el acto de homenaje a las víctimas españolas en los campos nazis que tendrá lugar en el campo de concentración de Mauthausen (Austria) coincidiendo con la conmemoración del 79 aniversario de su liberación, al que asistirá junto al ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, y el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, y en el que ofrecerá un breve discurso de reconocimiento a los republicanos españoles.
El titular de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 explicó que se trata de la “mayor ceremonia antifascista de Europa” y subrayó que, además, tiene lugar en el campo en el que fueron exterminados “miles de compatriotas españoles republicanos que habían luchado contra la dictadura de Franco, muchos de los cuales lucharon contra Hitler y acabaron en este campo de concentración”.
Tras recordar que ya visitó Mauthausen en el año 2017 como diputado y portavoz en la Comisión de Exteriores, Bustinduy afirmó, que, como miembro del Gobierno de España, ha “querido volver a ir”, al tiempo que reconoció que le “gustaría” que fuera posible “formalizar una obligación” para que el Ejecutivo, “sea cual sea su símbolo político, cada año acuda a rendir homenaje a los antifascistas españoles que defendieron la democracia” y a los que, dijo, “durante décadas”, se les rindió tributo en el memorial francés al no contar con uno propio tras su liberación.
“Mientras toda Europa conmemoraba la memoria y la lucha antifascista de estos miles de personas con un desfile muy emocionante, España los ignoraba. Era una segunda muerte, la muerte del olvido”, sentenció.
EL DEBER CON LA MEMORIA
En este punto, el ministro aseguró que la memoria “no es algo que refiera exclusivamente al pasado y no es una serie de homenajes, actos, discursos, o de llevar flores a un memorial”. “El deber con la memoria es saber la tragedia que supuso el fascismo en Europa, lo que costó derrotarle y el papel que el antifascismo tuvo en la construcción de la democracia en Europa”, apostilló, consciente de que “no se entiende” la democracia europea “sin entender que está sustentada en el antifascismo”, ni la construcción del Estado social y del Bienestar “sin la lucha antifascista que lo hizo posible”.
“Ese deber de memoria está orientado hacia el futuro y es una brújula, porque cada proyecto político en democracia debe preguntarse si lo que estamos haciendo sirve para continuar y honrar la memoria y la lucha de quienes entregaron su vida para que hoy dispongamos de libertades, derechos y una aspiración a la justicia social y al bienestar”, deslizó.
En la misma línea, en un contexto de regreso de las fuerzas “autoritarias, reaccionarias, xenófobas, filofascistas”, consideró que el “deber” es el de “construir, defender la democracia construyendo una alternativa” al proyecto político de una sociedad “violenta, desigual, racista e injusta”, lo cual se traduce, según su criterio, en “justicia social, redistribución de la riqueza y democratizar la economía”.
ELECCIONES EUROPEAS
En cuanto a los resultados de las próximas elecciones europeas, Bustinduy alertó de que el continente atraviesa “una situación crítica” que “lo es aún más” por los “cantos de sirena” que, a su juicio, “están llamando a lo que queda del centroderecha europeo y del espacio que tradicionalmente ocuparon la Democracia Cristiana y las derechas liberales” instándoles a “entregarse definitivamente” a una “alianza” con la ultraderecha y con fuerzas “abiertamente xenófobas, racistas y filofascistas”.
“En esto, es durísimo reconocerlo, pero el Partido Popular en España ha jugado un papel pionero. Está a la vanguardia de esa operación”, criticó, para señalar que los demócratas están “una vez más” en la “tesitura” de tener que “refundar un frente democrático en Europa que se comprometa con los derechos y libertades fundamentales que dan sentido al proyecto europeo”.
En este sentido, manifestó que el fascismo, la guerra, la violencia “siempre van de la mano”, razón por la cual estimó que “lo que nos toca es llamar a una movilización democrática” con el fin de que “en todos los países de Europa las mayorías sociales puedan renovar ese compromiso con los derechos humanos”.
“Es una situación muy difícil. España, de hecho, es una excepción todavía a esa deriva que está barriendo el continente”, reivindicó, para hacer hincapié en que “tenemos la responsabilidad desde aquí de liderar también la conformación de ese frente democrático”. “La coyuntura y la circunstancia es muy difícil, pero creo que eso solo redunda en la urgencia y la necesidad de esta tarea”, resolvió, al tiempo que atribuyó el auge de la ultraderecha a que “ofrece respuestas a muchas de las preguntas de nuestro tiempo”, por lo que, si bien estas son “cínicas” y “tan sencillas como erróneas”, consiguen “movilizar las pasiones de desafección, incertidumbre y temor que viven millones de personas en Europa”.
Por este motivo, tras confirmar que la desafección “solo tiene una respuesta”, que es “la transformación de nuestros modelos socioeconómicos y trabajar en un concepto del bienestar para el siglo XXI”, urgió a “combatir por todos los medios” el ascenso de las fuerzas “autoritarias, xenófobas y reaccionarias” y a “defender” la democracia porque, remarcó, “nos va la vida en ello”.
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