SEVILLA, 11 (EUROPA PRESS)
La Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla ha dejado este jueves visto para sentencia, el juicio promovido contra el varón neerlandés acusado de apuñalar presuntamente a un trabajador de un bar del centro de la ciudad hispalense, sesión en la que el inculpado ha reconocido la autoría de las lesiones sufridas por la víctima pero ha negado que tuviese ninguna intención de acabar con su vida.
Pedro Sobrino Ballesteros, abogado defensor de este varón identificado como Lofti B. y socio del despacho Root Legal Lab, ha informado de que el juicio ha sido celebrado tras la conducción del inculpado desde la cárcel de Sevilla I, donde estaba interno tras su detención en su país y su entrega a España, por la orden nacional e internacional de búsqueda y captura emitida por la Sección Tercera de la Audiencia, ante su incomparecencia a los dos señalamientos anteriores del juicio.
La sesión, en la que Ofti B. ha contado con la asistencia de un intérprete, se ha prolongado unas tres horas, manteniendo la Fiscalía su acusación, según la cual los hechos se remontan al 7 de junio de 2019, cuando el acusado se encontraba en el bar La Bicicletería de la calle Feria, local del que fue expulsado «por consumir sustancias extrañas», supuestamente.
El encartado, según la Fiscalía, quedó fuera del bar seguido de un trabajador del mismo que intentaba «calmarlo», siendo cerrada la puerta del citado establecimiento; tras lo cual Lofti B. «comenzó a dar patadas a la puerta, sacando de entre sus ropas un machete» con el que presuntamente «dio una puñalada» en el abdomen al empleado del local que intentaba calmarle, provocando que la víctima de la agresión sufriese la evisceración de «parte de los intestinos».
Según el escrito de acusación, el inculpado habría asestado una segunda puñalada al agredido, esta vez a la altura de la ingle, huyendo del lugar de actos y arrojando el machete al ser alcanzado por varias personas que le persiguieron, a quienes finalmente habría intentado atacar con un palo, siempre supuestamente.
Durante el juicio, que ha incluido la comparecencia del inculpado, la víctima, varios testigos y dos peritos; Lofti B. ha defendido que a la fecha de los hechos, se encontraba de vacaciones en una zona de acampada en Huelva y llevaba su mochila «elementos típicos para tal objeto», entre ellos el cuchillo involucrado en los hechos, marco en el que antes de retornar a su país, hizo noche en Sevilla, donde tras salir a dar un paseo nocturno junto a su entonces pareja, ambos entraron a tomar algo en el bar La Bicicletería.
Según la tesis del inculpado, él y su pareja nunca consumieron sustancias estupefacientes dentro del bar y fueron expulsados del mismo por una confusión, tras lo cual intentó regresar al interior del local para recuperar sus pertenencias, entre las que figuraba su pasaporte; suscitándose una discusión con los empleados del establecimiento, que le habrían agredido según sus palabras, alcánzándole incluso con una piedra en la cabeza, hasta el punto de que requirió puntos de sutura por dicha agresión.
Fue en ese marco en el que hasta cuatro miembros del bar le atacaban, según el acusado, cuando empuñó el cuchillo e hizo un movimiento «aleatorio» con él, alcanzando a la víctima pero sin intención de matar. Actuaba, según su versión, en una situación en la que sus adversarios le superaban en número, sin intención ninguna de acabar con la vida de nadie.
En cualquier caso, la Fiscalía ha ratificado su decisión de calificar los hechos como un homicidio en grado de tentativa, reclamando seis años de cárcel para Lofti B., mientras la acusación particular que ejerce la víctima ha reclamado nueve años de cárcel y la defensa ha pedido que, en todo caso, sea condenado exclusivamente por un delito de lesiones agravadas.
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