MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
La directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Catherine Russell, ha avisado este sábado de que la guerra en Sudán está a punto de desencadenar una hambruna en el país africano poco antes de la temporada de sequía en medio del conflicto más devastador de la actualidad en el continente.
Los enfrentamientos que comenzaron el pasado 15 de abril entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido, sumados a la reactivación de las tradicionales luchas intercomunitarias han provocado, entre otras crisis, la mayor ola de desplazamiento infantil del mundo, con cientos de miles de niños desnutridos especialmente expuestos a brotes de cólera, sarampión y malaria.
UNICEF recuerda que, en enero de este año, una evaluación realizada por Médicos Sin Fronteras en el campamento de Zamzam, en Darfur del Norte, reveló que la desnutrición y la mortalidad superaban los niveles de emergencia. Otras evaluaciones de UNICEF y en febrero de 2024 en los estados de Darfur Central y Gezira reflejan también reflejan niveles alarmantes de desnutrición aguda. El Ministerio de Salud del estado de Darfur Occidental verificó además el mes pasado la muerte de 14 niños debido a la desnutrición.
En 2023 UNICEF registró un récord de admisiones de niños que necesitaban tratamientos vitales contra la desnutrición severa grave, la forma más mortífera de desnutrición, en las áreas donde la organización y sus aliados podían acceder. Sin embargo, en los lugares donde no teníamos tanta capacidad de acceso solo recibieron tratamiento el 37% de los 120.000 niños y niñas con desnutrición severa grave; la mayoría, antes de que el conflicto estallara en abril.
UNICEF recuerda que, este año, casi tres cuartas partes de la abrumadora cifra de 3,7 millones de niños que necesitan apoyo nutricional urgente viven en 135 localidades clasificadas como de difícil acceso. Más de la mitad de los niños que padecen desnutrición aguda grave se encuentran en Darfur, Jartum y Kordofán, que incluyen amplias zonas donde la ayuda debe prestarse a través de las líneas de conflicto o las fronteras.
«Necesitamos una movilización masiva de recursos por parte de la comunidad de internacional para finales de marzo, y así los aliados humanitarios podrán tener los suministros y capacidades en terreno a tiempo y reducir la magnitud de la inminente catástrofe humanitaria», avisa la directora general del fondo. «Los niños no pueden esperar a que el mundo delibere si la hambruna está en marcha en Sudán. Necesitan ayuda urgente ahora», remacha.
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