MADRID, 06 (SERVIMEDIA)
El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza acogerá en una de sus salas hasta el próximo 28 de julio ‘La Chiquita Piconera’, una obra realizada entre 1929 y 1930 por Julio Romero de Torres (1874-1930), considerada su testamento pictórico, con motivo del 150 aniversario del nacimiento del pintor cordobés.
La obra, prestada por el Museo Julio Romero de Torres de Córdoba con el apoyo del Ayuntamiento de esta ciudad andaluza, se localiza en el recorrido de la colección permanente del Thyssen, concretamente en la sala 45 dedicada a los realismos de entreguerras junto a los trabajos de Picasso, Max Beckmann, Otto Dix, George Grosz o Balthus, según informó el museo.
El Thyssen subrayó que ‘La Chiquita Piconera’ “representa la cúspide del talento” de Julio Romero de Torres, “un compendio de todos los elementos fundamentales que definen su pintura”.
El pintor cordobés utilizó “una técnica casi fotográfica en el tratamiento de los planos” para captar “la esencia íntima de una humilde habitación” en la que María Teresa López está sentada frente a un brasero de cobre mirando directa e intensamente al espectador. Al fondo de la escena, una puerta entreabierta ofrece una perspectiva del paisaje de Córdoba bajo el cielo del anochecer, en el que se observa el Guadalquivir, el Puente Romano, el paseo de la Ribera o la Torre de la Calahorra.
Al final de su vida, Julio Romero de Torres regresó a temas que había abordado en su juventud para “ir más allá de la denuncia social”, continuó el Thyssen, que explicó que ‘La Chiquita Piconera’ “pone ante los ojos del espectador toda la crudeza de la vida marginal de su protagonista, en una imagen cargada de melancolía y sensualidad”, y añadió que, “con su peculiar lenguaje”, el pintor cordobés “sintetiza en esta pintura su trayectoria vital y artística, su forma de entender la pintura y lo que quería expresar con ella”.
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