MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, ha celebrado este lunes la ratificación del Parlamento de Hungría a la entrada de Suecia en la OTAN, lo que convertirá a Estocolmo en el aliado número 32, a falta de la certificación de los últimos trámites por parte del Gobierno húngaro.
«Estados Unidos se alegra de que el Parlamento húngaro haya aprobado hoy por abrumadora mayoría la solicitud de ingreso de Suecia en la OTAN, e instamos al Gobierno húngaro a que complete el proceso para que podamos dar la bienvenida a Suecia a nuestra Alianza. Esperamos que Hungría firme y deposite el instrumento de ratificación sin demora», ha expresado.
Además, Sullivan ha elogiado a Suecia por ser una «democracia sólida» con la que comparten unos «valores» y una «visión del mundo», y por su «ejército altamente capacitado», según reza un comunicado.
«Contar con Suecia como aliado de la OTAN hará que Estados Unidos y nuestros aliados estén aún más seguros. La OTAN es la alianza defensiva más poderosa de la historia del mundo, y hoy resulta tan esencial para garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos como lo fue hace 75 años, cuando se fundó a partir de los restos de la Segunda Guerra Mundial», ha añadido Sullivan.
Fuentes diplomáticas suecas han contado a Europa Press que confían en que «en el plazo de una semana» acabe por certificarse de manera definitiva su entrada en la Alianza, si bien están a la espera de que Hungría presente sus plazos.
El Parlamento de Hungría ha ratificado este lunes la entrada de Suecia en la OTAN, con lo únicos votos negativos de los seis representantes del Movimiento Nuestra Patria, y después de que el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, adelantara el pasado viernes que se tomarían las decisiones necesarias para confirmar esta adhesión tras sellar un acuerdo comercial en materia de seguridad.
Con este visto bueno, Suecia salva así su último escollo para entrar en la OTAN, tras las primera reticencias de Turquía, que acusó a los nórdicos de dar cobijo a grupos kurdos considerados terroristas por Ankara, y Hungría, a quien no sentaron nada bien las críticas suecas a su sistema democrático.
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