Los economistas piden «un poco de calma» ante el contexto político y avisan de que cualquier cambio «radical» no facilita las inversiones
MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
Los expertos han coincidido en señalar que la actual regulación sobre el control de las inversiones extranjeras en las empresas estratégicas españolas resulta «inadecuada e insuficiente» y consideran que habría que complementarla con un fortalecimiento de las capacidades industriales, desarrollando una mayor «sofisticación» de las mismas a través de una nueva Ley de Industria.
«La regulación actual es parcial, de parche y de remedio a última hora que plantea problemones y situaciones sorpendentes», ha criticado el director del Centro Europeo de Regulación Económica y Competencia, Juan de la Cruz, en una jornada sobre el actual control de las inversiones extranjeras en las empresas estratégicas organizada por el Consejo General de Economistas.
La compra del 9,9% del capital de Telefónica por parte del grupo saudí STC y la posible entrada de la SEPI en el capital de esta compañía; el traspaso de la propiedad de Celsa a los fondos de inversión acreedores, o la OPA del fondo australiano IFM sobre Naturgy, entre otros casos, han generado un debate en España sobre el control de inversiones extranjeras directas en sectores estratégicos.
Según Juan de la Cruz, España requiere de una «regulación de conjunto» y una nueva ley de industria. Recordar que sobre esta ley hay ya un borrador de proyecto en línea con lo que se está planteando en la Unión Europea.
Por su parte, el vicepresidente coordinador del Instituto de Estudios Estratégicos de Foment del Treball, Jordi Alberich, ha señalado que ante una reglobalización «imparable», se requiere de la «sofisticación» –no endurecimiento– de la política industrial, que sea coherente con la Unión Europea.
Pese a que piensan que los criterios para determinar el catálogo de sectores sujetos a autorización para su entrada en España están bien tasados, consideran necesario definir en qué industrias hay ventajas comparativas claras, como han hecho en Francia con la industria nuclear o en Italia, con la automovilística.
Asimismo, consideran que, a la hora de permitir, o no, la entrada de capital extranjero, deberían regir ciertas reglas de reciprocidad, pero valorando también si la inversión puede favorecer el crecimiento económico y si su veto pudiera frenar futuras inversiones.
La directora adjunta de la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia de la Presidencia del Gobierno de España, Sara Baliña, ha señalado que la entrada capital extranjero «para nada» se tiene que ver con una amenaza.
«Al contrario, existe evidencia de que ayuda a fomentar la innovación, a la generación de empleo y al desarrollo de un ecosistema empresarial», ha destacado.
Eso sí, Baliña ha alertado de que esto entraña «evidentemente riesgo», sobre todo cuando son participaciones altas en sectores muy críticos y muy estratégicos y cuando se producen por parte de países que se consideran «no aliados».
TELEFÓNICA: TENER EN CUENTA LOS CREDENCIALES DE ARABIA SAUDÍ
En cuanto a la compra de acciones de Telefónica por parte del grupo saudí STC, los expertos consideran que habrían de tenerse en cuenta las credenciales de Arabía Saudí a la hora de autorizar o denegar dicha compra, pero situando la operación en el contexto de la política exterior y haciendo un balance de costes y beneficios.
Sobre esta cuestión, el presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, ha afirmado que la entrada en el accionariado de Telefónica por parte del grupo saudí STC ha puesto de manifiesto las «flaquezas» de la actual legislación en esta materia, al verse obligado el Gobierno a atenerse a una cláusula de alcance discrecional, lo que puede provocar la desincentivación de las inversiones extranjeras.
«Sería recomendable, por tanto, una legislación certera que no permita la arbitrariedad en las decisiones y que, a su vez, prime la protección de nuestros sectores estratégicos, especialmente de aquellos relacionados con la defensa nacional, factor de creciente importancia en los tiempos actuales», ha recalcado Pich.
En este sentido, y ante el complejo contexto político actual, Valentín Pich ha reclamado «un poco de calma», tras alertar de que cualquier cambio «radical» no facilita las «inversiones serias» en el país.
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