EEUU denuncia que Irán ha violado «las fronteras soberanas de tres de sus vecinos en los últimos dos días»
MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
El secretario general de la ONU, António Guterres, se ha mostrado este miércoles «profundamente preocupado» por los bombardeos iraníes contra supuestas bases del grupo terrorista suní Jaish al-Adl en la provincia de Baluchistán, en el suroeste de Pakistán, que se saldaron con la muerte de dos niños.
«(Guterres) está profundamente preocupado por lo que hemos visto, esos ataques iraníes con objetivos en Pakistán y en los que han muerto dos niños y han sido heridos otros tantos», ha declarado el portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric, durante una rueda de prensa.
Asimismo, ha insistido «enérgicamente» en que los países implicados deben mostrar la mayor moderación posible y evitar una nueva escalada en la región. Antes de estos ataques, Irán había bombardeado esta misma semana posiciones de Estado Islámico en Siria y una supuesta base de espionaje israelí en el Kurdistán iraquí.
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller, ha condenado los ataques de Irán contra supuestos objetivos terroristas en Irak, Siria y Pakistán. «Hemos visto a Irán violar las fronteras soberanas de tres de sus vecinos en los últimos dos días», ha manifestado antes de subrayar que Teherán es «el principal financiador» del terrorismo y la inestabilidad en la región.
Previamente, el Gobierno de Pakistán, que ha mostrado su total rechazo a las acciones de Teherán, había llamado a consultas a su embajador en Irán y ha amenazado con no dejar volver a Islamabad al enviado diplomático iraní, que se encuentra de visita en Irán.
Jaish al-Adl, responsable de varios ataques en territorio iraní –incluido uno la semana pasada en el que murió un policía y otro en diciembre contra una comisaría en Rask en el que murieron once agentes–, ha afirmado este miércoles en un comunicado que los bombardeos de la Guardia Revolucionaria iraní no han causado bajas entre sus filas.
El grupo fue fundado en 2012 por antiguos miembros de una organización extremista activa en la provincia de Sistán y Baluchistán, donde viven miembros de la minoría baluche –que profesa principalmente el islam suní–. El grupo ha reclamado la autoría de atentados, secuestros y ejecuciones, lo que ha tensado las relaciones entre Irán y Pakistán.
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