MADRID, 18 (SERVIMEDIA)
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), junto al Sindicato Independiente de la Agencia Tributaria (SIAT), UGT, CCOO, y la Confederación Intersindical Galega (CIG), ha convocado a la plantilla de la Agencia Tributaria a una concentración el próximo 8 de mayo en Madrid para emplazar a la dirección del organismo a que negocie mejoras laborales y salariales.
A través de un comunicado, CSIF explicó este jueves que la movilización tendrá lugar frente a la Dirección General de la Agencia Tributaria y denunció que los altos cargos cobren “complementos superiores a los 60.000 euros, mientras que el grueso de la plantilla tiene bloqueadas sus retribuciones, carrera profesional y su convenio colectivo”.
Así, la primera concentración se produce en plena Campaña de la Renta 2023 y será en Madrid el 8 de mayo. Las organizaciones convocantes se reunieron el miércoles con la dirección de la Agencia Tributaria, tras presentar un conflicto colectivo.
Los sindicatos prevén que las movilizaciones se extiendan “a toda España” con el objetivo de “reactivar el acuerdo para la carrera profesional, pendiente de desarrollo desde el año 2007, así como la negociación de un nuevo convenio colectivo, ya que el actual lleva año y medio denunciado”.
Las organizaciones convocantes exigen unas retribuciones “justas y equilibradas para todos los trabajadores” de la Agencia Tributaria. “Queremos renegociar todos los complementos específicos del personal funcionario para que haya un equilibrio entre el complemento específico más alto (69.497,26 euros) y el más bajo (4.568,90 euros) y un escalonamiento proporcional dentro de cada subgrupo y entre subgrupos, así como unas retribuciones equivalentes para el personal laboral”, indican.
Concretamente, desde CSIF critican que el año pasado la Agencia tenía “1.265 trabajadores de los grupos A1 -cuerpos superiores-, que cobran los específicos más altos de toda la Administración General del Estado”. Además, reclama el desarrollo del teletrabajo para la plantilla, la negociación del servicio de atención telefónica y la revisión de la productividad, “cuyo reparto prima al colectivo de inspectores, discriminando al resto de la plantilla”.
Por último, piden mejoras de las condiciones laborales para el colectivo de Vigilancia Aduanera, catalogando este destino como «profesión de riesgo» y «reforzando los medios materiales y humanos».
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