MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Los Gobiernos de Estados Unidos, Noruega y Reino Unido (la Troika) han condenado este viernes en una declaración conjunta «la escalada de violencia y los abusos contra los Derechos Humanos», tales como «asesinatos en masa (…), asesinatos de líderes tradicionales, detenciones injustas o obstrucción de la ayuda humanitaria», en Sudán y, más concretamente, los ataques de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en Darfur Occidental, Central y Meridional.
Del mismo modo, las tres potencias han evidenciado su preocupación respecto a los «informes de violencia» referidos a otras ciudades como la de Jebel Aulia, en el río Nilo Blanco, donde se tiene constancia de ataques contra población civil.
«Reiteramos que no existe una solución militar aceptable para el conflicto y pedimos el fin de los combates. Instamos a las RSF y las SAF (Fuerzas Armadas Sudanesas) a que se abstengan de realizar acciones que dividirían aún más a Sudán según líneas étnicas o atraerían a otras fuerzas a su conflicto», reza el texto firmado por EEUU, Noruega y Reino Unido.
Como alternativa, la Troika propone que ambas partes entablen «debates significativos» que conduzcan a un alto el fuego y que permitan el «acceso humanitario sin obstáculos» en la región, puesto que «lograr una solución sostenible requiere poner fin a la violencia y reanudar un proceso político de propiedad civil para formar un Gobierno civil y restaurar la transición democrática de Sudán».
«Con ese fin, acogemos con satisfacción la reciente reanudación de las conversaciones en Yedá, cofacilitadas por el Reino de Arabia Saudita, los Estados Unidos y la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), que también participa en nombre de la Unión Africana, y reconocer los compromisos humanitarios iniciales asumidos por las partes el 7 de noviembre», se añade en el escrito.
Los países de la Troika han afirmado, no obstante, estar «orgullosos de estar entre los mayores donantes de apoyo al pueblo sudanés» y han prometido que continuarán aunando esfuerzos para «garantizar que diversas comunidades puedan participar de manera significativa en la construcción del futuro democrático de Sudán» al tiempo «apoyarán a las personas desplazadas y otras comunidades en riesgo a través de ayuda humanitaria que salva vidas».
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