El 20 estudio EuropRAP señala una caída del 73% del riesgo en comparación al año 2000
BARCELONA, 21 (EUROPA PRESS)
Los motoristas están involucrados en el 44% de accidentes graves o mortales a pesar de que representan solo el 2,4% de vehículos que circulan en las carreteras catalanas, según el 20 informe European Road Assessment Programme (EuropRAP).
Han presentado el informe en rueda de prensa este martes el presidente del RACC, Josep Mateu; el director del área de movilidad del RACC, Cristian Bardají; el director del Servei Català de Trànsit, Ramon Lamiel; el director de Infraestructuras de la Conselleria de Territorio, Xavier Flores; y el delegado de Infraestructuras y Espacios Naturales de la Diputación de Barcelona, Pere Pons, en representación de las instituciones que participan en el estudio.
Este estudio analiza los accidentes de tráfico ocurren en los tramos de carreteras, autovías y autopistas que concentran el 75% de siniestros en Catalunya, y compara los datos con los de los últimos tres años.
Respecto a las motos y los ciclomotores, en 2020 estuvieron involucrados en 1.354 accidentes y en 195 de éstos hubo muertos o heridos graves, mientras que 2005 los hubo en 451 de los 873 accidentes con motos implicadas, por lo que, a pesar de que la accidentalidad de los motoristas ha «aumentado de manera sustancial», hay menos víctimas, ha explicado Bardají.
En los 10 tramos con más accidentes los últimos tres años hay una «elevadísima presencia» de motoristas, que están implicados en el 75% de accidentes con muertos o heridos graves y son el 50% de víctimas mortales en estos puntos negros.
LA ARRABASADA, LA CARRETERA CON MÁS RIESGO
Como en otras ediciones, el estudio alerta de la diferencia de riesgo según el tipo de vía –cuatro veces más en carreteras que en autovías y autopistas–, de manera que aunque en los últimos 15 años el riesgo ha bajado cerca del 60% en todas las vías, la comparativa entre ellas sigue siendo «desproporcionada», según la ha calificado Bardají.
En total, el 29% de la red viaria catalana tiene, valorando el volumen de tráfico y el número de accidentes, un índice de riesgo alto o muy alto de accidentalidad –casi todas en carreteras de un carril por sentido– y el más alto es el de la carretera de la Arrabassada, con 13 accidentes graves el último trienio, todos con al menos un motorista afectado.
Para los camiones, el tramo con más accidentes es la carretera GI-600 entre Tordera y Blanes (Girona), y de la N-340 en Tarragona, un foco habitual de siniestros de vehículos pesados, solo está en la lista de más accidentalidad la variante de Torredembarra.
PANDEMIA Y MOVILIDAD
La 20 edición del estudio EuroRAP analiza el periodo entre 2018 y 2020, de manera que los datos están condicionados por la menor movilidad, que ha bajado un 6% a causa de la pandemia de coronavirus,.
Sin embargo, al comparar los datos entre estos mismos años el estudio detalla que hasta noviembre de este año han muerto 122 personas en 116 accidentes en Catalunya, un 26,9% menos que en el mismo periodo de 2019, y entre 2018 y 2020 los accidentes graves o mortales se han reducido un 10,6% y el riesgo ha caído un 4,9%.
20 AÑOS DE ESTUDIO
En las conclusiones, los responsables del estudio recuerdan que en 2010 la UE fijó como objetivo reducir las muertes por tráfico un 50% antes de 2020, y en Catalunya hasta 2019 bajaron un 25%.
La tendencia a la baja se rompió en 2014, lo que «habría hecho muy difícil conseguir el objetivo», pero las restricciones de movilidad en 2020 llevaron a una reducción de la mortalidad del 54% al terminar la década.
El balance tras 20 años de estudio también señala que en el año 2000 hubo casi 700 muertes en las carreteras catalanas, mientras que en lo que va de 2021 ha habido 123, y en estas dos décadas el riesgo ha bajado un 73% en el conjunto de la red viaria.
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