El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha valorado hoy los resultados del Barómetro Sanitario de España, en el que el sistema sanitario público de Cantabria es «el más valorado» con un 7,35.
Durante la clausura de los actos del Día Internacional de la Enfermería, ha trasladado su felicitación y agradecimiento a un colectivo que, según el mismo barómetro, se sitúa en Cantabria «a la cabeza de España», con un 8,38 y «rondando el sobresaliente».
El presidente ha destacado la «suerte» de los ciudadanos de la Comunidad Autónoma por tener «la sanidad y los profesionales más valorados», en los que la enfermería juega un papel fundamental.
Además, en su intervención ha puesto en valor el lema de la jornada, ‘La salud es un derecho humano’, una declaración de intenciones ligada con la acción política del Gobierno de Cantabria de garantizar una sanidad pública universal «donde se atiende a todos».
Por su parte, la consejera de Sanidad, María Luisa Real, ha destacado la oportunidad de conmemorar este día y ha expresado su «reconocimiento al trabajo y dedicación, a la importante labor de la profesión en el sistema sanitario en el abordaje a los problemas de salud en el ámbito de los cuidados».
Real ha recordado que, en el ámbito sanitario, la enfermería es la profesión más valorada, y esto que tiene que ver, en su opinión, con la «capacidad de adaptarse a las necesidades sociales y sanitarias».
También ha apuntado el compromiso con «la calidad y la seguridad» en la atención a los pacientes mediante su «plena capacitación, conocimientos y habilidades».
En el día de hoy ha tenido lugar la entrega del Premio Candil 2018 al periodista Carles Francino. Se trata de la primera edición de un premio que tiene por objetivo reconocer, estimular y promover la labor de personas, instituciones o grupos que hayan destacado por la defensa y promoción de la enfermería en el mundo.
Recientemente, Francino opinó, en su programa ‘La Ventana’, de la Cadena Ser, sobre la labor desarrollada por este colectivo profesional, reflexionando sobre sus competencias y preguntándose por qué las enfermeras no tienen más reconocimiento y reputación.
El nombre de Candil se debe Florence Nightingale, precursora de la enfermería moderna. Durante la guerra de Crimea en 1854, por las noches, cuando todo el equipo de enfermeras y médicos se había retirado, ella hacía rondas en solitario para observar el estado de los pacientes y prestar asistencia portando un candil para iluminar su camino.
Tras recibir el premio, Carles Francino ha ofrecido su trabajo como «vehículo para mejorar la visibilidad del colectivo». También ha dado las gracias por un premio que es «gasolina y combustible» para seguir adelante, ya que las muestras de apoyo y reconocimiento son «bienvenidos» en un momento delicado de la reputación del periodismo y de una «ofensiva exterior» que tiene que ver con «los intentos de domesticarnos o la precariedad», entre otros factores.
«Hay oficios que no se ejercen, se viven, ya que transmiten una filosofía de vida, como es la enfermería o el periodismo», ha afirmado el periodista. En este sentido, ha destacado «el afecto, la compasión y la empatía» como pilares fundamentales del trabajo de la enfermería.
Previamente, a lo largo de la mañana se han celebrado varias mesas redondas sobre la seguridad clínica, los avances en relaciones profesionales o sobre el compromiso de la profesión en la salud de personas.
En la clausura han intervenido también la alcaldesa de Santander, Gema Igual, y la presidenta del Colegio de Enfermería de Cantabria, Rocío Cardeñoso.
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