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La plantilla de Alu Ibérica exige a la Junta la reprobación del consejero horas antes de que empiece el ERE de extinción

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OVIEDO, 26 (EUROPA PRESS)

Representantes de la plantilla de Alu Ibérica se concentran este miércoles ante la sede de la Junta General para exigir a los grupos parlamentarios la reprobación del consejero de Industria, Enrique Fernández, que comparece en un pleno extraordinario sobre la situación de la planta avilesina y sus trabajadores.

La protesta se celebra horas antes de que empiece el ERE de extinción del personal de la antigua Alcoa, según ha confirmado a los medios el presidente del Comité de Empresa, José Manuel Gómez de la Uz, señalando que esta tarde está prevista una reunión con el administrador concursal para iniciar el procedimiento.

De la Uz espera que, al menos, los partidos de la oposición «le dejen claro a este consejero, y por lo tanto a la administración de Asturias, que no han hecho nada por nosotros en estos últimos meses; han sido los palmeros del Gobierno central».

Asimismo, reprocha al Ejecutivo de Adrián Barbón que hablasen de inversores para la planta de Avilés cuando «no ha sido así». «Hoy comienzan a despedir en un ERE de extinción que puede durar un mes o mes y medio», ha remarcado, para añadir que «esa es la realidad» ya que «no hay mesas, no hay inversores ni nada que se le parezca».

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Algunos trabajadores entraron a la tribuna de asistentes para seguir el pleno junto a varios representantes sindicales durante la comparecencia del consejero. Uno de ellos fue expulsado tras exigir la reprobación de Enrique Fernández diciendo: «¡Reprobación, echa-y-lo de aquí!»

Los que permanecen fuera también han reclamado la dimisión del consejero e incluso del presidente del Principado por la actuación del Ejecutivo autonómico con lemas como «Consejero, dimisión; Barbón, dimisión».

Según José Manuel Gómez de la Uz, tanto el consejero como el presidente y la ministra, Reyes Maroto, dijeron a la plantilla hace seis meses que había inversores ya en ese momento y entendían que «había que esperar al concurso de acreedores» para que alguno se hiciera cargo de la plantilla, pero «no ha sido así».

«Lo que hay son posibles compradores cuando nos retiren a todos y quede la carroña; y se hagan cargo de los trozos de las plantas o lo que les interese. No hay ningún inversor como tal para hacerse cargo de la plantilla y un proyecto tangible», ha lamentado.

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Para De la Uz, el consejero no ha hecho «nada» y «no se ha enterado», bien sea «porque no ha requido o porque no sabe», por que ve necesaria su reprobación, añadiendo que «no puede estar en el cargo».

Sobre la posibilidad de que se concreten inversiones para las plantas con nuevas actividades con una recolocación total o parcial de la plantilla, los trabajadores desconocen «lo que va a pasar» pero sostienen que una vez que los echen «lo demás son fuegos de artificio».

«No llevamos tres años luchando para que venga un concurso de acreedores, nos echen a la calle y se vendan las plantas para hacer yogures. Esa no fue nuestra lucha; eso no es un inversor para nosotros. Que puede pasar luego, claro que puede pasar. Son unas instalaciones golosas y son unos terrenos también golosos. ¿Puede haber alguien que los compre? Seguro. Pero ya no vamos a estar ahí nosotros y ya veremos para qué actividad. Al final, todo esto ha sido un fracaso perpetrado sobre todo por dos administraciones que no han sido fieles ni legales con los trabajadores y trabajadoras», ha remarcado.

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Asimismo, reprochan que desde las administraciones hayan «engañado en muchísimas ocasiones» a la plantilla. «Estamos hablando de la gente que avaló la venta a Parter Capital, que está claro que era un fondo sin ninguna capacidad de operar las fábricas», dice De La Uz, criticando que no fueran «capaces» de darse cuenta «de que estaba perpetrándose por parte de Alcoa la farsa enorme que hicieron con la venta a Parter Capital».


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