Ambos han defendido su inocencia en línea con sus defensas, que ven una «invención» la denuncia, y frente al criterio de Fiscalía
A CORUÑA, 18 (EUROPA PRESS)
Fiscalía ha solicitado seis años de prisión para una madre y un amigo suyo por presuntos abusos sexuales al hijo de la primera cuando este era menor, aunque el magistrado que presidía el tribunal, una vez escuchadas las declaraciones de las partes, ha avanzado un fallo absolutorio por considerar que no está «acreditado ninguno de los incidentes» y que existían «contradicciones».
Como en su escrito de calificación, al término del juicio celebrado en la Audiencia Provincial de A Coruña — con declaraciones a puerta cerrada de los dos acusados y del joven, ahora ya de 18 años– el Ministerio Público ha mantenido la petición de seis años de cárcel por delito de abuso sexual a menor de 16 y un año por exhibicionismo para cada uno de los procesados.
Las defensas de ambos acusados, por su parte, han pedido la libre absolución para sus representados. «Todo esto ha sido una invención, ha caído en contradicciones graves y evidentes», ha señalado uno de los letrados respecto al testimonio del menor tras apuntar que «las denuncias han sido ficticias, inventadas y mentiras».
Ya al término de la vista, el presidente de la Sala ha avanzado una sentencia absolutaria por considerar que «no está acreditado ninguno de los incidentes» que se habrían producido en la localidad coruñesa de Sada. Lo ha hecho antes de que se dicte sentencia y se recojan los argumentos en la misma y al incidir en que había numerosas «contradicciones» en relación al relato sobre la conducta de ambos acusados.
Todo ello tras unas declaraciones de los dos procesados y el denunciante en relación a unos hechos que Fiscalía sitúa en septiembre de 2019 en el domicilio en el que vivía el entonces menor, que, con posterioridad, denunció los hechos con su progenitor.
UN INFORME DESCARTA QUE MIENTA
Tras sus intervenciones a puerta cerrada, declaró una profesional del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) que elaboró un informe y que sostuvo, del testimonio del joven, que «no parecía que fuera un relato aprendido».
En calidad de perito, ha explicado que no existe «ningún dato» que haga suponer que miente. «La impresión que tuvimos es que era una situación que podría ser normalizada», ha señalado tras insistir en que «el menor ha tenido una vida muy difícil y muy complicada». «En los informes consta una conducta sexual inapropiada desde que tenía cinco años», ha añadido.
«No seré la mejor madre de mundo, pero yo nunca he tocado a mi hijo, soy inocente», ha declarado, al término del juicio, la progenitora. Lo mismo ha asegurado el otro acusado que ha defendido su «rotunda inocencia». «Llevo cuatro años esperando que llegue este día», ha apostillado.
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