MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
Las autoridades de Polonia han informado este viernes de que durante la reunión con el embajador israelí en Varsovia, Yacob Livne, se le entregó una nota de protesta por el bombardeo a un convoy de la ONG World Central Kitchen (WCK) de comienzos de semana en el que fallecieron siete cooperantes, incluido un ciudadano polaco.
El Gobierno polaco anunció a mediados de semana que convocaba a Livne por el bombardeo, y las autoridades del país han condenado en los últimos días lo ocurrido, llegando incluso a alertar de que este incidente podría poner en peligro las relaciones entre Polonia e Israel.
Ahora, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Pawel Wronski, ha informado de que el viceministro Andrzej Szejna ha mantenido una conversación «muy decisiva» con Livne, quien ha pedido disculpas por lo que Varsovia considera «un acontecimiento sin precedentes», según informa la agencia de noticias PAP.
Asimismo, Wronski ha señalado que las autoridades del país quieren que la Fiscalía de la ciudad de Przemysl, lugar de origen del polaco fallecido, pueda participar en el proceso penal contra los militares israelíes responsables del ataque por violar un artículo del Código Penal de Polonia referente al «asesinato con uso de explosivos».
Por otro lado, el portavoz de la diplomacia polaca ha recalcado que Varsovia exige «una compensación para las víctimas que murieron en el convoy humanitario en la Franja de Gaza», especialmente para el ciudadano polaco y su familia, siempre y cuando los allegados de los fallecidos así lo deseen.
Pese a la contundente postura de Polonia sobre lo ocurrido esta semana y los constantes reproches a Israel, Wronski ha destacado que las autoridades polacas no expulsarán al embajador Livne. Varsovia ha detallado que el cuerpo del polaco fallecido llegará en las próximas «horas» a territorio nacional.
Al menos siete trabajadores de WCK, la ONG del chef español José Andrés, fallecieron a comienzos de semana por un bombardeo del Ejército de Israel contra su vehículo en la gobernación de Deir al Balá, en el centro de la Franja de Gaza, en el marco de la ofensiva israelí contra Hamás.
Entre los fallecidos hay ciudadanos con nacionalidad británica, polaca, australiana, estadounidense y canadiense, además de un conductor palestino. El incidente ha provocado malestar a nivel internacional, mientras que Israel ha llevado expulsado ya a dos militares y amonestado a otros tres.
La investigación desarrollada por las autoridades israelíes indica que «el incidente podría haberse evitado» y que «quienes aprobaron el ataque estaban convencidos de que estaban atacando a operativos armados» del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), en el marco de la guerra en la Franja de Gaza.
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