Bagdad «condena firmemente» los ataques del Ejército estadounidense y dice que suponen «una inaceptable violación» de su soberanía
MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
Al menos ocho milicianos iraquíes han muerto en unos «bombardeos de precisión» llevados a cabo por Estados Unidos contra dos instalaciones en Irak en respuesta a los ataques contra fuerzas estadounidenses y de la coalición internacional «por parte de Irán y grupos respaldados por Irán» según Washington,, incluido uno ejecutado el martes contra la base de Ain al Assad, situada en el oeste de Irak y en la que hay tropas españolas.
El Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) ha señalado en un comunicado publicado en su cuenta en la red social X, anteriormente conocida como Twitter, que los bombardeos han sido ejecutados a primera hora del día, sin pronunciarse sobre la ubicación de las instalaciones atacadas o las posibles víctimas causadas por los mismos.
Tras ello, las Fuerzas de Movilización Popular (FMP) –una coalición de milicias progubernamentales respaldadas por Irán– han indicado en un mensaje en su cuenta en Telegram que los «ataques traicioneros» por parte de Estados Unidos contra posiciones del grupo se han saldado con «ocho mártires y cuatro heridos».
«Los ataques fueron perpetrados contra el Mando de Operaciones Yazira en el sector de Jurf al Nasr, donde estaban desplegados combatientes heroicos que llevaban a cabo su tarea nacional sagrada», ha destacado en un comunicado.
Asimismo, las FMP han trasladado al primer ministro, Mohamed Shia al Sudani, como comandante en jefe del Ejército, su «compromiso total y completo con sus órdenes». «No dudaremos a la hora de actuar en defensa de Irak y su soberanía», han remachado.
El comunicado ha sido publicado horas después de que Estados Unidos afirmara haber atacado a los «responsables» del ataque contra la base de Ain al Assad. Milicias proiraníes han reclamado decenas de ataques contra bases en Irak y Siria con presencia estadounidense en respuesta a la ofensiva de Israel contra la Franja de Gaza.
Por su parte, el Gobierno de Irak ha indicado que los bombardeos, perpetrados contra el área de Jurf al Nasr, al sur de la capital, Bagdad, son «una inaceptable violación de la soberanía» por parte de la coalición internacional. Así, ha dicho que Bagdad «condena firmemente» lo sucedido y ha afirmado que los bombardeos han sido llevados a cabo «sin el conocimiento de las agencias gubernamentales iraquíes».
«Esta acción es una flagrante violación de la soberanía y un intento de desestabilizar la situación de seguridad», ha dicho el portavoz del Ejecutivo iraquí, Basam al Auadi, quien ha recalcado que «el reciente aumento de las tensiones en territorio iraquí durante los últimos dos días es un acontecimiento peligroso». «El Gobierno está firmemente comprometido, bajo todas las circunstancias, a preservar, salvaguardar y defender la soberanía iraquí, en línea con sus deberes constitucionales y legales», ha agregado.
«CLARA VIOLACIÓN DE LA MISIÓN DE LA COALICIÓN»
En este sentido, ha subrayado que las autoridades iraquíes «están dedicadas a aplicar la ley y hacer que los responsables de las violaciones rindan cuentas, una prerrogativa que recae exclusivamente en sus competencias». «Ningún organismo o parte extranjera tiene derecho a asumir este papel, ya que contradice la soberanía constitucional iraquí y el Derecho Internacional», ha abundado, según un comunicado publicado por la oficina del primer ministro a través de su cuenta en X.
«Recalcamos que la presencia en Irak de la coalición internacional contra Estado Islámico tiene como objetivo apoyar el trabajo de nuestras Fuerzas Armadas a través de entrenamiento y asistencia en asesoría», ha explicado, al tiempo que ha reiterado que el último bombardeo es «una clara violación de la misión de la coalición para combatir a Estado Islámico en territorio iraquí».
«Pedimos a todas las partes que eviten acciones unilaterales y que respeten la soberanía de Irak, que no tolerará ningún tipo de violación», ha manifestado Al Auadi, quien ha incidido en que es «responsabilidad constitucional» del Gobierno «formular y aplicar las políticas estatales, garantizar el orden y la estabilidad y defender la seguridad nacional».
Por ello, ha reseñado que «toda acción armada al margen de la institución militar es considerada condenable e ilegal» y ha alertado de que estas actuaciones «ponen en riesgo el interés nacional». «Cualquier elemento o entidad armada que no cumpla este principio actúa contra el interés nacional y el Gobierno adoptará las medidas necesarias para garantizarlo», ha advertido.
Al Auadi ha detallado que Al Sudani «ha dado orden a las Fuerzas Armadas y agencias de seguridad para que cumplan su deber, apliquen la ley y eviten que cualquier entidad ponga el peligro la estabilidad y seguridad duramente ganadas por el país». «Estos logros fueron posibles a través de los sacrificios de miles de mártires de nuestras heroicas fuerzas de seguridad. Mantener la seguridad y la estabilidad es una responsabilidad colectiva y ninguna parte debe dejarla de lado bajo ninguna circunstancia», ha zanjado.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, afirmó a finales de octubre que Irán «facilita activamente» los ataques de las citadas milicias contra sus posiciones en Irak y Siria, después de que estos grupos hayan amenazado con mantener sus operaciones mientras dure la ofensiva contra Gaza, controlada por Hamás.
Por su parte, el representante permanente iraní ante Naciones Unidas, Amir Said Iravani, rechazó las acusaciones de Washington y recalcó en una carta enviada al secretario general de la ONU, António Guterres, que «Irán nunca ha estado implicado en acciones o ataques contra las fuerzas militares de Estados Unidos en Siria e Irak».
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