MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
Las intensas precipitaciones de la temporada de lluvias han elevado el nivel de los ríos en Antananarivo, la capital de Madagascar, un hecho que contrasta con la severa sequía que ha sufrido el país durante los últimos años.
«La cantidad de agua que cae es imprevisible», ha señalado la Autoridad de Protección contra Inundaciones de la Llanura de Antananarivo (Apipa), que ha aconsejado a los residentes que viven cerca del río Sisaony que se preparen para la subida de las aguas.
«Cuando es la temporada de lluvias, el camino a nuestra casa es muy doloroso. Los canales están bloqueados por bolsas, botellas de plástico que se atascan. Aquí hay basura por todas partes y el agua entra en la casa. Siempre estamos ansiosos y listos para salir en cuanto llega la lluvia: ponemos todos los papeles y objetos importantes en el mismo lugar: las ollas, los platos y las mantas», ha detallado Marie-Jeanne Ravaosolo, una vecina de Antananarivo, según recoge RFI.
La sequía ha provocado la desaparición total de las fuentes de alimentos, dejando a las familias visiblemente famélicas y recurriendo a medidas de supervivencia como comer langostas, hojas silvestres y hojas de cactus que suelen servir de alimento al ganado, lamentó en noviembre el Programa Mundial de Alimentos (PMA) en un comunicado.
La previsión de un comienzo seco de la próxima temporada de siembra significa que las familias no podrán sembrar sus campos inmediatamente y su acceso a los alimentos y a los ingresos pende de un hilo, mientras que se espera que las plagas de langosta afecten a unas 400.000 hectáreas de tierra.
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