Marín Castán: «Tal vez la reforma más urgente y necesaria sea que, a falta de una renovación a tiempo del Consejo, se establezca una renovación automática»
PALMA, 16 (EUROPA PRESS)
El presidente en funciones del Tribunal Supremo, Francisco Marín Castán, ha criticado el bloqueo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y ha considerado que refleja «un claro síntoma de apagón intelectual».
Así se ha expresado el presidente durante el acto inaugural de la Asamblea General de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria, celebrado este miércoles en Palma.
Durante su discurso, Marín Castán ha criticado las «anomalías» que se están produciendo respecto a la renovación del CGPJ y se ha referido a que la elección de los vocales se confíe a dos personas, «cada una representante de un partido político».
«Que estas anomalías se consideren como algo normal puede interpretarse como un claro síntoma de apagón intelectual, que se traduce en la división en dos bloques –progresistas y conservadores–, que se traslada al poder judicial, con la grave consecuencia de dar una imagen de politización de la justicia que genera desconfianza», ha dicho durante el acto.
Asimismo, ha lamentado que este bloqueo del CGPJ «deteriora la imagen de la justicia y menosprecia a la sociedad y a los ciudadanos».
«Es una división radical que supone no entender la independencia ideológica», ha continuado el presidente en funciones, que ha reivindicado que la reforma «más urgente y necesaria» es que, «a falta de una renovación a tiempo del Consejo, se establezca una renovación automática».
«EN JAQUE LA CREDIBILIDAD DEL SISTEMA JUDICIAL»
En declaraciones a los medios, el portavoz nacional de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria, Jorge Fernández Vaquero, ha señalado que desde el gremio son partidarios de que los vocales judiciales, que son 12, los elijan los jueces. Después, «los no judiciales los tiene que elegir el Parlamento, lo dice la Constitución», ha indicado.
En este sentido, ha considerado que el actual bloqueo del CGPJ es «un problema institucional muy grave, porque pone en jaque la credibilidad de todo el sistema judicial, y esto es muy dañino».
«Nos guste o no, quienes tienen que nombrar a los vocales son los diputados y senadores, que tienen que hacerlo y bien, respetando las reglas; ha llegado el momento de exigir desde la sociedad que cumplan con su trabajo», ha concluido.
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