MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
El embajador de Francia en Níger, Sylvain Itté, que abandonó el miércoles el país africano siguiendo la orden de la junta militar que gobierna el país tras el golpe de Estado, ha asegurado haber estado «al borde de la tragedia» durante el ataque registrado contra la Embajada el pasado mes de julio.
Itté, que ha dicho sentirse sumamente «cansado» tras dos meses de «extrema tensión», ha recalcado que el ataque contra la legación diplomática francesa duró unas dos horas y media. «Estuvimos colectivamente en peligro, muy cerca de la tragedia porque había más de 6.000 personas fuera dispuestas a luchar y que querían entrar en la Embajada», ha manifestado en una entrevista con el canal de televisión TF1 INFO.
Así se ha referido al ataque registrado hace ahora dos meses, cuando un grupo de seguidores de la junta militar prendió fuego a una de las puertas de la legación diplomática francesa durante una marcha en la capital de Níger, Niamey, que llevó a cientos de personas a salir a la calle portando banderas de Rusia y gritando eslóganes contrarios al «colonialismo francés».
Además, ha lamentado las «difíciles condiciones» en las que se encontraban en la Embajada debido a la falta de alimentos y combustible, con un generador que se quedaba sin energía. «Las compañías energéticas que nos daban suministro eran disuadidas e incluso amenazadas por la junta», ha dicho antes de incidir en que «sacaban la basura a escondidas».
«Tratamos de introducir agua y comida pero el objetivo era hacerme caer y lograr mi salida del país», ha aseverado el embajador, que finalmente acabó abandonando el territorio tras las presiones de la junta y a pesar de que el presidente galo, Emmanuel Macron, se había negado a pedir su regreso.
Macron, sin embargo, anunció el domingo la salida de la totalidad de las tropas francesas del país antes de que finalice 2023 y el fin de la cooperación militar con el país africano. «Cuando ocurre un golpe de Estado, Francia no interfiere en la vida política de esos países. Ponemos fin a la cooperación militar con Níger porque ya no quieren luchar contra el terrorismo», manifestó el jefe de Estado galo.
A su vez, achacó el golpe de Estado a un problema interno entre un presidente, Mohamed Bazoum, que «había decidido luchar contra la corrupción y un cierto número de generales que no quieren que esta lucha salga adelante». «Solo somos víctimas colaterales de este asunto», dijo.
Las relaciones entre ambos países han quedado muy dañadas tras el golpe de Estado. La junta golpista ha acusado a París de utilizar a la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) para llevar a cabo una intervención militar en el país para restaurar el orden constitucional.
La junta militar ha cancelado además los acuerdos bilaterales a nivel de Defensa y ha cargado duramente contra París por su papel en el deterioro de la seguridad, marcado por el aumento de los ataques por parte de grupos yihadistas. Por su parte, Francia ha dicho en varias ocasiones que considera que Bazoum sigue siendo el presidente legítimo y ha reclamado su restitución en el cargo.
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