Advierte que esta actividad «trivializa el sufrimiento» de los animales que son sometidos a estas prácticas
VALÈNCIA, 16 (EUROPA PRESS)
La Fundación Franz Weber ha denunciado la financiación de un curso infantil para «aprender a embolar» toros en la pedanía de Benifaraig, una celebración que, según critica este colectivo, ha sido aprobada por la Junta Municipal de los Pobles del Nord, «dependiente del Ayuntamiento de València».
La organización, en un comunicado, ha alertado de que estas prácticas son «el enésimo intento de blanqueamiento del maltrato animal» y ha censurado que la Generalitat «va a regalar 300.000 euros a una entidad privada radicada en Madrid para promover la tauromaquia, también entre personas menores de edad, o el retorno del ‘bou embolat’ a la plaza capitalina».
Los naturalistas han criticado este tipo de convocatorias por suponer «una evidente trivialización» de los eventos taurinos, en donde «niñas, niños y adolescentes son instruidos, como una supuesta actividad festiva, en la propia práctica taurina entre comentarios de refuerzo positivo».
Así, han argumentado que, «aun siendo simulado», el evento «contribuye a trivializar el sufrimiento de los toros que son forzados en estas prácticas, dando un supuesto barniz festivo o cultural que resta importancia también a las heridas, lesiones invalidantes e incluso muertes de personas participantes en los ‘bous embolats’, ‘ensogats’ o al ‘carrer reales'».
Por todo ello, ha preguntado al equipo de gobierno municipal –integrado por el PP y Vox y liderado por María José Catalá– «qué más actuaciones piensa desarrollar para blanquear el maltrato animal».
En este punto, cita al Comité de los Derechos del Niño y a su «nueva apelación al maltrato animal», en la que defiende que los niños «deben ser protegidos de todas las formas de violencia física y psicológica y de la exposición a la violencia, como la violencia doméstica o la infligida a los animales».
Sobre el caso del «entramado taurino», apunta que la protección «debería abarcar su participación en toda clase de actividades de manera directa, como escuelas taurinas, clases prácticas y tentaderos, o su implicación como parte espectadora». Y añade que «tan solo» tres Galicia, Cataluñ y las Islas Baleares establecen «algún tipo de restricción de entrada a las plazas de toros».
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