Propone un cierre gradual para «hacer efectivo el modelo» de la escuela inclusiva
BARCELONA, 14 (EUROPA PRESS)
El Síndic de Greuges ha pedido reducir el alumnado escolarizado en centros de educación especial (CEE) en, como mínimo, el 70%, a través de un plan de cierre y transformación de dichas escuelas para «hacer efectivo el modelo de educación inclusiva» en Catalunya.
Lo ha solicitado en el informe ‘L’educació inclusiva a Catalunya’, presentado este martes ante el Parlament, en el que pide un «cambio cultural de paradigma» para implementar los cambios que prevé el decreto de escuela inclusiva, aprobado en 2017, que propone potenciar la escolarización en centros ordinarios.
Así, el informe del defensor del pueblo catalán propone pasar de los cerca de 7.500 alumnos escolarizados en CEE actuales a no más de 2.500, estudiando qué centros sería necesario mantener para atender a determinado perfil de alumno pero, en cualquier caso, como «recursos de última ratio» y temporales, no permanentes.
Los CEE también deberían reorientarse y ser proveedores de servicios y recursos para la escuela ordinaria, una figura ya prevista (los llamados CEEPSIR) que debe «consolidarse y desplegarse».
Asimismo pide redefinir el papel de los Equipos de Asesoramiento y Orientación Psicopedagógica (EAP) y fomentar la participación de los niños con necesidades específicas en el ocio educativo.
El informe incide en la necesidad de formar a los profesores de la escuela ordinaria para que estén preparados para recibir a los alumnos con necesidades educativas especiales (NEE) y reducir las ratios para dar una atención personalizada.
En esta línea, son necesarios «más recursos», en forma de inversiones en personal docente y de apoyo, mejora de los sistemas de información y refuerzo de las nuevas propuestas de currículum que se alejen del sistema segregado.
AUMENTO DE ALUMNOS CON ‘NEE’
Más allá de estas recomendaciones, el informe también constata que el alumnado con NEE escolarizado en CEE ha crecido un 10,3% en los últimos tres cursos, hasta los 7.818, si bien el que está escolarizado en centros ordinarios ha crecido un 8,13% hasta los 29.028 alumnos, el 78,8% del total.
A pesar de esta distribución, el texto apunta que existe una «resistencia importante» por parte de familias a escolarizar a sus hijos en centros ordinarios: según una encuesta del Consorci d’Educació de Barcelona de 2020, un 79,7% no lo valoraba como opción.
DISTRIBUCIÓN «DESEQUILIBRADA»
El 72,6% de los alumnos con NEE son niños y la proporción de extranjeros es superior a la del conjunto de centros ordinarios (16,7% frente al 14,9%).
El informe también considera que están distribuidos de forma más «desequilibrada» que el alumnado ordinario: usando el llamado índice de disimilitud han calculado que haría falta redistribuir el 38% de los niños con NEE que acuden a centros ordinarios y CEE para lograr una distribución equilibrada, y acuden con más frecuencia a centros públicos que a concertados.
Asimismo se destacan las «dificultades para encontrar una oferta formativa adaptada» tras terminar la escolarización obligatoria, y en parte se debe, según el informe, a que el 97,6% de los alumnos de cuarto de ESO con NEE en centros de educación especial no obtuvo el graduado al terminar el curso.
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