MELILLA, 3 (EUROPA PRESS)
La Policía Nacional ha detenido en Melilla a una empleada de los servicios de ayuda a domicilio, para la asistencia a personas mayores dependientes, por dos hurtos de joyas en interior de vivienda. La presunta autora, que además se hizo con un botín de 3.500 euros, vendió las joyas sustraídas inmediatamente después del hurto, en un establecimiento de compraventa de oro.
Un portavoz policial ha explicado que la semana pasada se cumplimentaron sendas denuncias en la Jefatura Superior de Policía por parte de dos mujeres de avanzada edad, manifestando haber sido víctimas de un hurto en el interior de su vivienda. A una de ellas, de 89 años de edad, le sustrajeron 1.250 euros y a la otra 76 años de edad le sustrajeron joyas valoradas en más de 2.300 euros.
De la investigación se hicieron cargo agentes del Grupo de Delincuencia Urbana (GDU), quienes rápidamente constataron que en las fechas de los referidos hurtos ambas víctimas recibieron los servicios de ayuda a domicilio a personas dependientes por parte de la misma empleada, logrando averiguar además que esta misma persona había realizado una venta de joyas en días posteriores al hurto en uno de los domicilios. Tras contactar con la víctima, está reconoció las joyas vendidas como de su propiedad.
La Policía Nacional, a raíz de ello, ha detenido a la citada empleada, de 27 años de edad y con tres detenciones anteriores, pasando a disposición judicial como presunta autora de dos delitos de hurto.
El portavoz policial ha explicado que la ahora arrestada, valiéndose del puesto de trabajo que tenía como empleada del servicio de ayuda a domicilio a personas dependientes, se ganaba fácilmente la confianza de sus víctimas, «aprovechando el momento en el que realizaba labores domésticas para registrar con total impunidad la vivienda y sustraer el dinero y joyas que pudiera haber».
Por último, la Jefatura Superior de Policía ha resaltado que esta mujer «ya no trabaja en ese tipo de servicios», al ser despedida por estos hechos.
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