BILBAO, 19 (EUROPA PRESS)
La escultura de ‘La Huella-Aterpe 1936’ de Artxanda, en Bilbao, ha acogido este sábado la decimoquinta edición del homenaje a los gudaris y milicianos que lucharon contra el franquismo durante la Guerra Civil, cita en la que los organizadores han advertido que «el fascismo no fue vencido y está vivo».
Las fundaciones Sabino Arana, Eusko Lurra, Ramón Rubial, Manu Robles-Arangiz Institutua, Fundación de Investigaciones Marxistas y Fundación de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo, los sindicatos ELA-STV, UGT y CNT, y los partidos PNV, PSE, ANV y PCE-EPK han rendido homenaje a «los hombres y mujeres que, bajo el mando del Gobierno de Euskadi, se entregaron y dieron todo en defensa de la libertad y la democracia, contra el fascismo, para construir una sociedad para todos».
Entre los asistentes, se ha podido ver al vicelehendakari primero y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka; la vicelehendakari segunda y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, así como los consejeros Beatriz Artolazabal e Iñaki Arriola. También han acudido el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, junto a representantes de la corporación municipal y de la Diputación de Bizkaia.
Del mismo modo, el homenaje, que ha concluido con una ofrenda floral, ha contado con la asistencia del presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, y de representantes de EH Bildu (Jasone Agirre), PSE-EE (Mikel Torres) y Elkarrekin Podemos (Iñigo Martínez), entre otros.
Tras el aurresku de honor, los jóvenes Iñigo González Mancisidor e Irene Euba han leído un comunicado en euskera y castellano, en nombre de Aterpe 1936 –organizadora del acto–, en el que han lamentado la ausencia, «por pura ley biológica», de los gudaris, milicianos o combatientes «protagonistas de la historia».
«Pero la falta de nuestros predecesores no puede convertirse en excusa o motivo para el olvido. Al contrario, estamos necesitados de memoria. Mucho más en un escenario en el que, fuerzas abiertamente contrarias a la libertad, tienen como objetivo poner en jaque los logros democráticos y sociales ganados a lo largo de los años», han señalado.
Tras incidir en que se necesita «memoria», han abogado por «aprender de lo ocurrido y tomar como ejemplo el testigo de quienes perdieron la guerra y sufrieron la dictadura».
«El de hoy es un día de recuerdo, pero también de reflexión y memoria. Reflexión para ver que la historia se está repitiendo y que el fascismo no fue vencido y está vivo. Memoria para recoger la antorcha de quienes nos precedieron y portarla como ellos y ellas la llevaron», ha añadido.
Según han considerado, «las tiranías, los exiliados y las intolerancias no son cosa del pasado», sino que, por contra, «proliferan por todas partes» y, por ello, la misión es «hacer frente a todo eso».
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