Arrieta dice que «pierden terreno» los convenios estatales aplicados en Euskadi, lo que «consolida un modelo propio de negociación colectiva»
BILBAO, 31 (EUROPA PRESS)
El presidente del Consejo de Relaciones Laborales (CRL), Tomás Arrieta, confía en una «buena» negociación colectiva en Euskadi en 2021, en línea con la desarrollada en 2020, de la que ha hecho un balance «positivo», ya que disminuyó de manera «relevante» el porcentaje y el número de personas que no disponían de un convenio colectivo, finalizando con solo un 10% de trabajadores sin convenio. «Tengo la esperanza que acabemos 2021 en números parecidos a los de 2020», ha indicado.
En declaraciones a Europa Press, Arrieta ha recordado que, al finalizar el año 2020, solo uno de cada diez trabajadores carecía del respaldo de un convenio colectivo, cuando a finales de 2019 eran prácticamente dos de cada diez personas las que estaban en esta situación.
Según ha manifestado, «el balance de 2020 es bueno, a pesar de que ha sido un año muy difícil y de que ha tenido consecuencias negativas sobre todo en la economía, en el PIB, y en empleo, aunque de menor entidad gracias a los ERTEs».
Asimismo, ha destacado el incremento del porcentaje de convenios actualizados, «lo cual es muy importante, porque significa que un mayor porcentaje de la población asalariada del sector privado tiene sus condiciones laborales actualizadas».
El Informe Sociolaboral 2020 del CRL recoge que, al concluir 2020, el 55,4% de la población trabajadora vasca tenía sus convenios actualizados, el 34,8% se encontraba con sus acuerdos en situación de prórroga, mientras que el 9,8%, permanecía con sus convenios decaídos.
RECUPERADOS CONVENIOS RELEVANTES
Tomás Arrieta ha incidido en que, a finales de 2019 y durante 2020, se recuperaron ámbitos de negociación «muy relevantes», como la firma de los convenio de la industria del Metal, tanto de Gipuzkoa como de Bizkaia, «ámbitos que llevaban mucho tiempo sin un convenio de eficacia general».
También ha valorado el avance de la negociación colectiva «propia, el número de convenio colectivos que se negocian y que suscriben en Euskadi». «Ha perdido terreno la negociación estatal. Hay menos convenios estatales que se aplican en Euskadi que en los años inmediatamente precedentes y eso es bueno porque consolida nuestro modelo propio de negociación colectiva y, por tanto, también nuestro modelo propio de relaciones laborales», ha explicado.
De cara a la segunda mitad del 2021, el responsable del CRL confía en que la negociación colectiva acabe en número parecidos a los del 2020, a pesar de la «cierta ralentización» de la firma de nuevos convenios colectivos, teniendo en cuenta que últimamente se han firmado algunos convenios colectivos «importantes», como el convenio de la construcción de Bizkaia que todavía no está registrado y que, por lo tanto, no consta en las estadísticas oficiales, así como algunos preacuerdos que se han alcanzado, el de la Construcción en Álava.
En su opinión, «hay perspectivas también razonablemente buenas de cara al segundo semestre». «En este momento estamos aproximadamente en un 45% de convenios colectivos renovados y tengo la esperanza que acabemos 2021 en números parecidos a los de 2020», ha dicho.
ERTES
Respecto a la preocupación expresada por muchos analistas y agentes sociales ante la posibilidad de que la crisis económica desatada con la pandemia transformara en despidos los ERTEs aplicados, que actuaron «como el primer pararrayos de esa tormenta», Arrieta ve como una «magnífica noticia» que los afectados por ERTEs hayan vuelto prácticamente en su totalidad a sus empleos, «disipando las sombras».
«Esa es una de las enseñanzas positivas de esta pandemia, que se puede actuar con instrumentos de flexibilidad que no penalicen el empleo de manera muy intensa, que protejan y mantengan los empleos», ha resaltado, para aseverar que esto es una de las cosas que «han hecho muy bien los ERTEs, a diferencia de lo que pasó en la crisis anterior, donde la situación económica se tradujo en una pérdida muy significativa de empleos».
«Lo que hemos visto es que no es así. Hoy estamos en valores mucho menores de personas afectadas por ERTE, lo cual quiere decir que afortunadamente las personas que han pasado por un ERTE se han reintegrado prácticamente en su totalidad a sus puestos de trabajo. Así que aquella sombra se ha disipado y eso es una magnífica noticia», ha enfatizado.
Preguntado por cuándo se podrán recuperar los niveles de empleo de antes de la pandemia, el presidente del CRL se ha remitido a algunos estudios que apuntan a que en el primer trimestre de 2022 se podría lograr ese objetivo.
RESISTENCIA DEL EMPLEO
«En primer lugar, insisto, el empleo ha resistido bien. En los últimos datos que estamos viendo del primer semestre del 2021 todos los indicadores son también moderadamente positivos, crece la afiliación, la ocupación y el empleo respecto a hace un año», ha relatado, para añadir que la tasa de paro, «en estos momentos, está, según los últimos datos del Eustat, en el 10,3%, lo que significa casi un punto de diferencia con respecto a la tasa previa al estallido de la pandemia».
Por ello, ha considerado que estos últimos datos indican que la situación económica y laboral «se está recuperando». «¿Cuándo llegaremos a recuperar el nivel de empleo previo?, pues eso depende mucho del comportamiento de la economía y eso nos traslada a las otras previsiones, que dicen que más que a finales del 21, al primer trimestre del 22 ya estaríamos el nivel empleo semejantes a la situación previa a la pandemia», ha explicado.
A partir de esos datos, considera que «se trata de ver cómo evoluciona la economía» y si se cumple «eso que la mayoría de los analistas piensan: que vamos a entrar en una época de crecimiento sostenido impulsada, entre otros factores, por los fondos europeos».
No obstante, ha puntualizado que «el tema es que sepamos también aprovechar esa ola, si finalmente las previsiones se cumplen, no solo para tener más empleo, sino para tener un empleo de más calidad». «Ese es uno de los de los grandes retos», ha concluido.
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