La Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo aprueba un nuevo decreto que amplía las acciones subvencionables y obliga a los equipos directivos de las ONGD a que participen directamente en los grupos proequidad que se creen en su seno
El Gobierno Vasco, a través de la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo, incentivará a las ONGD vascas para que impulsen en sus propias organizaciones planes proequidad de género. El Ejecutivo vasco ha aprobado recientemente un nuevo decreto que regula las ayudas a las entidades de cooperación interesadas en promover en su seno procesos y acciones que eliminen las desigualdades de género que se pueden producir en todos sus niveles de funcionamiento, esto es: estrategias, estructuras, sistemas de trabajo, etc…
Estas pioneras ayudas son reflejo del compromiso que el sector de cooperación vasco tiene con la igualdad. Desde 2009 la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo ha financiado alrededor de 30 iniciativas para fomentar acciones de equidad en el seno de las ONGD vascas. Estos procesos promueven la reflexión y puesta en marcha de acciones que transformen las propias estructuras de las organizaciones de cooperación a favor de la igualdad.
Durante 2015 se llevó a cabo la evaluación de la línea de ayudas en las que participaron activamente las ONGD, la Coordinadora de ONGD de Euskadi, e instituciones que cuentan con ayudas similares como Emakunde y las diputaciones forales. De esta evaluación se pudo concluir la importancia de continuar apoyando los procesos de cambio organizacional como una estrategia efectiva para modificar los modos de pensar y actuar en el interior de las organizaciones.
Ahora, el nuevo Decreto recoge los aprendizajes y recomendaciones emitidos durante este proceso de evaluación, y aspira a profundizar en su puesta en práctica.
Así, la nueva regulación establece las siguientes modificaciones, con respecto a la anterior:
Se amplían las fases susceptibles de ser financiadas. Anteriormente las ayudas iban dirigidas a la elaboración del Diagnóstico Participativo de Género, y del Plan de Acción Estratégico Proequidad de Género. Ahora las ONGD contarán con dos nuevas líneas de ayudas para la implementación de sus planes y para la evaluación de su ejecución;
Se establecen nuevos requisitos para hacer viables los procesos pro-equidad que se implanten, tales como: la participación obligatoria de los equipos directivos de las ONGD en los grupos proequidad que se creen en su seno; el compromiso de mantener las estructuras de género creadas durante todas las fases del proceso subvencionable; y la posibilidad de que las entidades puedan imputar una parte del salario de la persona responsable del grupo pro-equidad con cargo a las ayudas. Asimismo, las ONGD estarán obligadas a incluir en sus planes, al menos, una acción relacionada con la cultura organizacional, entendiendo esta como el conjunto de creencias y valores compartidos dentro de su propia organización.
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