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Una docena de jóvenes con discapacidad aprenden a almacenar y cobrar prendas en un aula taller de la Fundación Garrigou

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MADRID, 27 (EUROPA PRESS)

Una docena de jóvenes con discapacidad intelectual aprenden a almacenar, emperchar, alarmar y cobrar prendas en el aula taller inaugurada por la Fundación Garrigou, para poder tener un futuro laboral en el sector del comercio.

Vestidos de blanco, los alumnos de Programas Profesionales en Actividades Auxiliares de Comercio entran en el aula taller que recientemente se ha inaugurado en el Colegio de Educación Especial María Corredentora gracias a la Fundación Garrigou.

Cuando llegan al taller, dividen las tareas y comienza la actividad: unos colocan la mesa central, otros ponen alarmas a las prendas recién llegadas del almacén, dos alumnas montan un escaparate y otro grupo trabaja en la caja, leyendo códigos de barras y sacando tickets de compra.

Mientras ordenan, decoran, emperchan o visten a los maniquíes, varios ojos les observan. Por un lado, las profesoras, Irene y Arancha, con la que los alumnos han practicado día a día las diferentes tareas. Por otra, Laura y Teresa, dos empleadas de Gocco, la firma de moda infantil que ha cedido la ropa y que ha permitido que este aula se vea como una de sus tiendas.

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Ambas felicitan a los alumnos por la celeridad con la que han aprendido tareas. Por último, Cristina y Blanca, de la Fundación Garrigou, entidad que ha hecho realidad este pequeño comercio, celebran que su deseo de conseguir una mayor participación para los niños y jóvenes con discapacidad en la sociedad está «cada vez más cerca».

Según destaca la Fundación Garrigou, Alexia y Juan podrían trabajar como auxiliares de dependiente; Angy e Inés podrían ser decoradoras de escaparates; Hugo y Alberto podrían trabajar como reponedores; Carmen y Blanca podrían atender en caja; Adrián podría ser repartidor de proximidad, y Juan y María podrían ser los encargados de preparar los pedidos.

Para todos ellos, tal y como destaca la fundación, este aula no es solo una «clase» sino también «una oportunidad para poner en práctica la teoría sobre atención al cliente, merchandising, preparación de pedidos o venta de productos que aprenden cada día» y, sobre todo, «sinónimo de oportunidad, de ilusión, de crecimiento personal y de futuro».

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