MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
Los obispos españoles han advertido de que si los bienes de interés cultural de la Iglesia no pueden ser «enajenados», tal y como plantea el anteproyecto de reforma de la Ley de Patrimonio Histórico aprobada la semana pasada en Consejo de Ministros, «tampoco pueden ser embargados», y han afeado a las administraciones falta de colaboración para el mantenimiento de los bienes.
«Aceptemos que pudiera darse esta declaración de inalienabilidad, que no pudieran enajenarse, salvo a las administraciones públicas, eso tiene tener un doble correlato, si un bien no puede ser enajenado tampoco puede ser embargado, y si solo puede ser enajenado a las administraciones públicas, estas con esta decisión reconocen o deberían reconocer su compromiso de colaborar al mantenimiento de estos bienes», ha explicado el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello.
Según ha precisado Argüello, aunque esta colaboración está declarada en la vigente ley de patrimonio y en las comunidades autónomas, «a veces cuesta bastante trabajo este compromiso de que las administraciones públicas colaboren en el mantenimiento de los bienes de interés cultural».
En concreto, el portavoz de los obispos ha contado su experiencia como obispo auxiliar de Valladolid, donde tienen «unas cuantas decenas» de bienes de interés cultural declarados.
«Nos encontramos con una perplejidad: A veces, si hay una gotera o cualquier problema hay que abordarlo, y las administraciones públicas no pueden colaborar aunque tengan un compromiso de colaboración, pero por ser bienes de interés público ponen unos requisitos, y cumplirlos hace que te hayas gastado el presupuesto antes de que el albañil haya colocado la primera teja porque hay que hacer un informe sobre si afecta a los pájaros o sobre si la arena que se va a utilizar es compatible con la arena siglo XVI de ese edificio», ha comentado.
EDIFICIOS, TEMPLOS Y ERMITAS EN LA ESPAÑA VACIADA
Además, Argüello ha precisado que no cree que haya «ningún obispo de España al que se le ocurra vender su catedral ni ningún párroco que piense vender su parroquia». Si bien, ha reconocido que en la «España vacía» hay «montones de edificios, templos y ermitas donde la población es muy escasa», lo que supone «un problema».
En todo caso, el portavoz de los obispos ha mostrado su «deseo de colaboración para que los bienes de interés cultural puedan servir al interés de la cultura en España» y que aquellos que sean templos «puedan servir primariamente a la celebración del culto», pero ha pedido que no haya «ni privilegios ni discriminaciones».
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