MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Las autoridades de Estados Unidos han trasladado su desacuerdo con la decisión de la Fiscalía de Guatemala de presentar una petición para la retirada de inmunidad a la juez Erica Aifan, a la que se acusa de presuntos delitos por abuso de autoridad e incumplimiento de deberes.
La Fiscalía guatemalteca anunció el pasado jueves que había presentado una solicitud para retirarle la inmunidad a la jueza Aifan, que se enfrenta a una serie de acusaciones en el marco de un caso sobre presuntos amaños en la elección del Tribunal Supremo entre el año 2019 y el 2020, recoge CRN Noticas.
En este contexto, el Departamento de Estado de Estados Unidos ha lanzado un comunicado en el que considera que la petición para retirar la inmunidad de la licenciada es «un esfuerzo flagrante para obstruir las investigaciones sobre corrupción», así como «una afrenta a la integridad de los más altos tribunales de Guatemala».
«La independencia de los jueces para revisar casos y emitir fallos sin amenazas de represalias o influencias externas es fundamental para el Estado de Derecho», ha denunciado el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
Además, desde Washington consideran que este movimiento contra «una jueza independiente reconocida internacionalmente» no hace más que debilitar «un pilar vital de la Democracia y el sistema judicial de Guatemala».
El Departamento de Estado norteamericano nombró a Aifan como ‘Mujer Internacional del Coraje’ el pasado año 2021 en base a «sus esfuerzos para fortalecer el derecho en Guatemala».
Previamente, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, y el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, mantuvieron esta semana una conversación telefónica en la que la mandataria estadounidense «subrayó la importancia de que los actores corruptos rindan cuentas», ya que considera que está en juego la confianza la ciudadana y una gobernanza efectiva y responsable.
El inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, celebró en el mes de diciembre una cumbre virtual sobre la Democracia, a la que no invitó a Giammattei, que se unió así a otras grandes ausencias como la de las autoridades rusas o chinas.
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