El conseller de Transparencia, Responsabilidad Social, Participación y Cooperación, Manuel Alcaraz, ha inaugurado junto a la rectora de la Universitat de València, Mavi Mestre, el V Congreso Internacional de Gobierno Abierto y el III Congreso de Buen Gobierno y Transparencia de la Comunitat Valenciana organizados por la Cátedra de Participación Ciudadana.
Esta cátedra, promovida por la Generalitat y la UV, es un ejemplo de la colaboración institucional que se mantiene con las universidades públicas valencianas y que el conseller ha valorado como una «inversión en conocimiento que nos ayuda a avanzar en temas tan complejos como son la transparencia, el ‘Big Data’ o los algoritmos aplicados a la lucha contra la corrupción».
Durante el acto, Manuel Alcaraz ha hecho un llamamiento para reinventar el concepto de responsabilidad política y los mecanismos de autocontrol de los responsables políticos y las instituciones con la ayuda, entre otros, de las nuevas tecnologías. Según Alcaraz, «uno de los grandes desastres en nuestra Comunitat de las diversas oleadas de corrupción es la destrucción del concepto de responsabilidad política».
Para el conseller, la transparencia es una idea que está cambiando y supone «reflexionar y abrir una nueva perspectiva de la política y de cómo se conforma la confianza y la desconfianza de la ciudadanía en sus instituciones».
En este sentido, Alcaraz ha destacado el papel de la democracia deliberativa, «no sirve de nada si la transparencia pone el acento exclusivamente en el momento de democracia como decisión. Hay que aportar también instrumentos para que la sociedad pueda debatir siendo protagonista de la gestión de los servicios públicos».
Además, ha hecho un llamamiento a hacer una política basada en evidencias, «a los políticos y las políticas se nos debe exigir, cada día más, que cuando hagamos un anuncio o tomemos una medida, expliquemos en qué nos basamos y aportemos datos para demostrar que es factible».
Para todo ello, ha concluido el conseller, «contamos con nuevos instrumentos como el ‘Big Data’ o el uso de algoritmos que pueden ayudar a desarrollar un gobierno abierto y transparente, una gestión participativa y unos mecanismos de autolimitación que sirvan para luchar contra la corrupción».
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