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Ricardo González desvela en el Patio Herreriano las consecuencias del cierre de la línea Valladolid-Ariza

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Contrapone fotografías del siglo XIX con las propias y muestra el abandono de la línea y la repercusión en el mundo rural

VALLADOLID, 1 (EUROPA PRESS)

El fotógrafo e investigador Ricardo González contrapone imágenes históricas y las suyas actuales para desvelar las consecuencias del cierre de la línea férrea Valladolid-Ariza, sobre todo en el mundo rural, pero también otras visiones como la relación entre el poder y el ferrocarril en el siglo XIX.

Así lo hace a través de la muestra ‘Valladolid-Ariza y la fotografía de obras públicas en el siglo XIX’ que se expone en el Patio Herreriano de la capital vallisoletana hasta el 6 de febrero y que han inaugurado el propio González junto al director del museo, Javier González Hontoria, y la concejal de Cultura y Turismo, Ana Redondo.

Precisamente la concejal ha puesto de manifiesto que González «sorprende» con un tema de «rabiosa actualidad» porque es la historia o el relato del «abandono del mundo rural».

Redondo ha señalado que el abandono de la línea, que era «transversal» y articulaba el centro norte de España, «es el abandono también de una idea integradora del mundo rural» y considera que se sigue «padeciendo y viendo» aquella falta de compromiso con los pueblos, con el entorno rural, «probablemente por alguna falta de rentabilidad pura y llanamente comercial, mercantil, que no tuvo en cuenta la rentabilidad social y la rentabilidad territorial que una línea de estas características tenía».

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Para ello, González, quien es investigador en el campo de la Historia de la Fotografía, hace una conexión y pone en diálogo sus imágenes con otras históricas y de fotógrafos como Auguste Muriel.

En total, más de 40 imágenes que se en marcan en la reflexión, de especulación, en torno al territorio, tema «candente» en el arte contemporáneo y que el Patio Herreriano ya ha abordado a través de otros artistas, ha explicado el director del Museo, quien ha destacado que se ponga el acento en un tema «crucial» en la actualidad pero también lo hace desde un punto de vista de los orígenes de la fotografía y cómo ésta se relaciona con el poder o el espacio.

TRABAJO «MEDITADO»

Ricardo González ha incidido en que su trabajo fotográfico, «absolutamente meditado» y sobre el que ha reflexionado desde hace años, trataba de explorar las consecuencias del cierre al tráfico de viajeros de la línea el 1 de enero de 1985 en los aspectos geográficos, económicos y paisajísticos sobre el territorio por el que transcurría la línea.

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Para ello, desde el inicio, como historiador, llevaba en la «mochila» una «amplísima» tarea de investigación sobre los repertorios fotográficos de obras públicas del siglo XIX, entre la que también había varios artículos sobre fotografía del ferrocarril y le interesaba conectar proyectos con más de 150 años de diferencia pero que están conectados por una «reflexión visual» que explora las capacidades anticipatorias que la fotografía del siglo XIX se ha visto que tiene.

Los fotógrafos del XIX, ha asegurado, empezaron a ver la realidad de una manera que es en la que se ha acabado, por lo que su mirada no es muy diferente a la de aquellos.

Para este relato y composición de la muestra, Ricardo González utiliza cuatro grandes proyectos como el de Charles Clifford ‘Recuerdos del viaje de Isabel II a Valladolid’ (1858); de William Atkinson ‘Ferrocarril de Alar del Rey a Reinosa’, 1855-57; de Martínez y Cía el ‘Ferrocarril de Segovia a Medina del Campo’ (1884); y Auguste Muriel, con ‘Ferrocarril Madrid-Irún’, 1864.

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Con este último, González tiene un «diálogo más intenso» porque fotografiaba lo que le interesaba, a diferencia de sus coetáneos –que tomaban instantáneas de infraestructuras fundamentalmente–.

Así, establece la relación a base de referencias a aspectos «genéricos» pero con la línea Valladolid-Ariza como articuladora del relato y, de hecho, utiliza el perfil longitudinal (punto kilométrico) que la propia compañía usaba a lo largo de la vía, de forma que lo asume como propio.

Otra de las cuestiones a las que presta atención es la modificación del paisaje, ha apuntado Ricardo González, quien ha señalado que, cuando en el XIX llega el ferrocarril, «el paisaje nacional se modifica radicalmente» y la fotografía lo acaba introduciendo en el imaginario colectivo.

Sin embargo, sus intereses «desde su óptica» son diferentes, no tienen que ver con la retórica del siglo XIX sino con explorar con carácter narrativo la repercusión de una decisión «de carácter político» de cerrar una línea férrea sobre los diferentes aspectos sociales, geográficos, del territorio.


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