VALLADOLID, 27 (EUROPA PRESS)
‘Hive’ (Colmena), de la directora Blerta Basholli, elegida para representar a Kosovo en la carrera por el Oscar, se ha proyectado este miércoles en la 66 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), donde compite en Sección Oficial.
«Es un honor y una recompensa a todo nuestro duro. Estoy muy feliz y honrada con la noticia porque todos hemos puesto todo lo que tenemos, pero, cuando iniciamos el proyecto, no estábamos pensando en eso, sino en cómo transmitirla», ha asegurado la directora en rueda de prensa sobre su candidatura a la estatuilla, pues considera que «es la mejor oportunidad que ha tenido Kosovo de cara al Oscar».
‘Hive’ cuenta de historia real de Fahrije, una mujer fuerte en una sociedad dominada por hombres pero y en duelo por la pérdida de muchos de ellos en la guerra de Kosovo. En este contexto, Fahrije, a quien da vida en la ficción la actriz Yllka Gashi, intenta ganarse la vida al tiempo que hace frente a la hostilidad de sus vecinos.
Frente a las reticencias iniciales de sus allegados, Fahrije no ceja en su empeño de sacar adelante a su familia y a todo el pueblo de Krusha. Para ello, forma una cooperativa de mujeres y, casi sin quererlo, se convierte en la discreta reina de esta particular colmena que se dedica a cocinar ajvar –un condimento típico de la cocina balcánica a base de pimiento rojo–, la que para ellas será la miel de la supervivencia. Así, en el contexto de una sociedad machista y miope, el relato apunta a la emancipación de las mujeres.
«Al principio, las mujeres se resisten bastante al trabajo de Fahrije por la sociedad en la que viven y porque estaban traumatizadas por la pérdida, por lo que Fahrije no tiene que hacer frente solo a la sociedad patriarccal, sino también a la reticencia de las propias mujeres», ha comentado Basholli.
La directora, que ha pasado «bastante tiempo con las mujeres del pueblo», ha recordado que «lo que paso allí fue muy duro, porque perdieron a mucha gente», pero «mientras intentaban recuperarse del trauma, a la vez estaban viviendo en una sociedad patriarcal». «En la vida real fue más duro», ha concedido.
Para Basholli, todo comenzó cuando escuchó en la televisión la historia de Fahrije para, poco después, conocerla en persona: «Tenía una historia muy interesante que me inspira, pero llevar a la ficción la vida de una mujer tan fuerte para mí, no era como hacer una película más, sino que lo sentí como una necesidad».
Una afirmación en la que ha coincidido también Yllka Gashi, quien ha confesado haberse vuelto a enamorar de la interpretación en el que es su primer papel protagonista y que para ella y su directora ha significado «no solo una inspiración personal como artistas, sino también como mujeres kosovares».
«Todo el proceso se ha dilatado unos ocho años desde que surge la idea de hacer la película y queríamos honrar la figura y el carácter de Fahrije; nos lo tomamos muy en serio porque nos toca en lo personal y es bastante difícil», ha incidido la actriz.
Asimismo ha confesado su sorpresa por la expectación que ha causado la película fuera de su país: «En Kosovo es normal que exista esa conexión con la historia, pero ver la repercusión que tiene también en otros países nos pone muy contentas y nos alegra que aumenten las búsquedas en Google sobre Fahrije, la guerra en Kosovo o incluso sobre el ajvar».
Hoy en día, ha concluido Belloshi, «la cooperativa de la Fahrije real emplea a un centenar de mujeres y Krusha forma una buena comunidad», aunque ha incidido en que todo ello «llevó su tiempo».
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