OVIEDO, 14 (EUROPA PRESS)
Los sindicatos mayoritarios en Asturias, UGT y CCOO, convocan una nueva movilización en defensa de la industria para el próximo 1 de julio en Langreo, con un recorrido entre La Felguera y Sama.
Los secretarios generales de ambas organizaciones, Javier Fernández Lanero y José Manuel Zapico, respectivamente, han advertido de que seguirán convocando movilizaciones mientras el Gobierno de España no atienda sus reivindicaciones y garantice una transición justa y el futuro de la industria en la comunidad.
Durante una rueda de prensa virtual, han animado, asimismo, a la patronal asturiana, al Gobierno del Principado y al conjunto de la ciudadanía a sumarse a sus actuaciones para instar al Gobierno de Pedro Sánchez a revertir su política industrial que, dicen, supone en la práctica una nueva «reconversión».
Entre las críticas de Fernández Lanero al Gobierno central, ha llegado a calificar a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, como un «auténtico cáncer para Asturias», por lo que exige un cambio en sus políticas o que se marche.
Igualmente, ha apuntado que los sindicatos pedirán una reunión en Madrid a la ministra de Industria, Reyes Maroto, así como a la propia Teresa Ribera e, incluso, al presidente Pedro Sánchez, con el objetivo de entregarles en mano el pacto de la Alianza por la Industria, ya que han pasado cuatro meses «sin resultados».
«Asturias es industria o no será», ha dicho Lanero, alertando de la situación de «emergencia» que vive el sector, en consonancia con las advertencias del secretario general de CCOO de Industria, Damián Manzano, y la responsable de Organización de la federación de Industria de CCOO, Blanca Colorado; así como de los secretarios generales del Soma Fitag-UGT, José Luis Alperi, y UGT-Fica, Jenaro Martínez.
Del mismo modo, Zapico ha reprochado que la transición energética en Asturias «es simplemente una reconversión» que pone en riesgo más de 50.000 puestos de trabajo. Así, advierte de un posible «otoño caliente» si los acuerdos alcanzados en Asturias no tienen efecto en las políticas del Gobierno central que, sostiene, «está agotando su crédito», ante el «hartazgo» y la «desconfianza» creciente entre su electorado.
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